viernes, 16 de enero de 2009

Adhesión: A 50 Años de la Toma del Frigorífico Nacional Lisandro de la Torre


Adherimos con alegría a la conmemoración de la toma, por parte de sus trabajadores y el bravo Pueblo de Mataderos, del Frigorífico Nacional en las intensas jornadas de verano de 1959.

Saludamos con emoción la presencia y la memoria de las mujeres y los hombres que, hacen hoy 50 años, encarnaron la Causa Popular enfrentando a los tanques de la colonia y la dependencia.
Desde nuestro lugar en la comunicación, velebramos esta convocatoria e, interpretando el legado de la "Toma del Lisandro", proponemos que sea El Puebo Argentino, de una vez, QUIEN TOME LA PALABRA y disponga de todos los medios que necesite para COMUNICAR sus sueños, sus deseos y sus necesidades.

Así, se habrá dado un paso decisivo para romper las cadenas culturales e informativas de dependencia y construir un relato que contribuya a concretar os anheos de Grandeza de la Patria. Felicidad de su Pueblo, Liberación Nacional y Social y Unidad Latinoamericana.



El Social Argentino
Radio del Pueblo AM 750 - Miércoles de 16 a 17 hs.

ADHESIONES: espacioculturalsebastianborro@yahoo.com.ar

jueves, 1 de enero de 2009

Huéspedes

“En 1961, Marco Denevi nos decía:

El argentino (el habitante de la Argentina desde Pedro de Mendoza a nuestros días) tiene una mentalidad de huésped de hotel. El hotel es el país. Y ya se sabe: un huésped procura que lo atiendan bien a él, se interesa únicamente por que no haya goteras en su habitación, protesta por el pelo que aparece en su sopa, revisa escrupulosamente su sopa, pone el grito en el cielo si le cobran de más y, cuando puede, paga de menos. Pero un pasajero de hotel 'no se mete'. No se mete con los otros pasajeros (con los cuales, si tienen goteras en sus cuartos, si encuentran un pelo en la sopa, si les cobran de más; que vayan a la 'recepción' y se quejen). Y si los administradores administran mal, si los administradores roban y hacen asientos falsos en los libros de contabilidad, es asunto del dueño del hotel, no de los pasajeros. Eso sí: cada huésped trata de quedarse con las cucharitas, las toallas y los ceniceros del hotel, porque el dueño del hotel es muy rico (es muy rico, y no se sabe, concretamente, quién es). Y entretanto a cada pasajero lo está esperando en otro sitio, su futura casa propia, ahora 'en construcción'. Quizás algún día los argentinos nos convenzamos de que este hotel de tránsito es nuestro único hogar. Que no hay ninguna Argentina –visible o invisible- esperándonos en alguna parte.”


Marco Denevi recuperado por Miguel Grinberg en “La Generación V: La insurrección contracultural de los años 60